5. Ábaco y calculadora.

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Hoy os hablaremos del ábaco y la calculadora.

El ábaco:

El ábaco es un instrumento de cálculo creado hace más de 5.000 años. Mucha gente piensa que únicamente sirve para efectuar operaciones aritméticas sencillas​ como sumas, restas, multiplicaciones o divisiones. Sin embargo, es una herramienta mucho más compleja que permite realizar incluso raíces cuadradas y cúbicas. Consiste en un cuadro de madera con barras paralelas por las que corren cuentas movibles de madera u otro material de fortaleza dura, útil también para enseñar estos cálculos elementales.


Tipos de ábacos:
-Soroban: Formado por 15 barras partidas por la mitad, con 4 cuentas por barra en su parte inferior y 1 en su parte posterior. De derecha a izquierda, cada una de las barras representa un múltiplo de 10 (unidades, decenas, centenas...). Para contar/realizar operaciones, las cuentas se van pegando al mástil central (las de la parte inferior se suben, y las de la parte superior se bajan). Además, las cuentas de arriba equivalen a 5 de las de abajo, por lo que se podrán sumar números comprendidos entre el 0 y el 9 por cada una de las columnas. Se utiliza de manera horizontal.

-Stchoty: Este, por su parte, está compuesto por 10 barras, con 10 cuentas en cada una. Además, destaca el color de las mismas, ya que las cuentas correspondientes a la posición 5 y 6 suelen ser de distinto color, facilitando de esta forma su uso. Se emplea de manera horizontal.



-Suanpán: Tiene una forma y distribución muy similar a la del ábaco Soroban. Sin embargo, tiene 13 barras con 5 cuentas en la parte inferior y 2 en la parte superior. Además, a diferencia de los dos anteriores, se emplea verticalmente.



También podemos encontrar una gran cantidad de ábacos de diversas formas y colores, los cuales tienen el objetivo de atrapar la atención de los más pequeños. 











Ventajas del uso del ábaco:
  • En primer lugar, se trabaja la motricidad de los niños (aunque el ábaco puede ser utilizado a cualquier edad, vamos a referirnos a unas edades tempranas, ya que es el enfoque principal del blog). Al tener que desplazar las cuentas rápidamente para realizar las operaciones, se está desarrollando un movimiento preciso y la denominada "motricidad fina".
  • Obviamente también fortalece la agilidad mental. El cálculo desarrollado en la mente de cada niño favorece el desarrollo psíquico y cognitivo del mismo.
  • En tercer lugar, en los ejercicios de dictados matemáticos también se trabaja la memoria de los estudiantes, siendo capaces de recordar varias operaciones y hacerlas sobre la marcha. 
  • Otro ventaja fundamental es la motivación que puede generar el empleo de estos instrumentos. El ábaco no deja de ser un material manipulativo que permite salir a los alumnos de la rutina lapicero-hoja de papel. 
  • Por último, el uso del ábaco ofrece cierta autonomía a quien lo usa, ya que permite la libre creación de estrategias mentales a la hora de resolver problemas o ejercicios. 


Actividades:
En cuanto a qué actividades realizar con los alumnos, hay una infinidad de posibilidades. El ábaco no deja de ser una calculadora "manual" (entiéndase el sentido de la palabra), por lo que cualquier tipo de ejercicio que implique la realización de operaciones sería útil.
No obstante, creemos que al principio, lo más adecuado sería realizar dictados de operaciones, trabajando sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Todo esto con la intención de resolver posibles dudas y de que los alumnos interioricen el funcionamiento del ábaco y consoliden los conocimientos. Una vez ya comiencen a desenvolverse con soltura, se podría despertar el gen competitivo de los alumnos, realizando pequeños torneos de cálculo o incluso yincanas por equipos. 


La calculadora:

Una calculadora es un dispositivo que se utiliza para realizar cálculos aritméticos. Aunque las calculadoras modernas se incorporan a menudo en un ordenador de propósito general, se diseñan para realizar ciertas operaciones para que sean más flexibles.

En el pasado, se utilizaban como apoyo al trabajo numérico ábacosábacos neperianos, tablas matemáticas, reglas de cálculo y máquinas de sumar. El término «calculador» se usaba para aludir a la persona que ejercía este trabajo, ayudándose también de papel y lápiz. Este proceso de cálculo semi manual era tedioso y proclive a errores. Actualmente, las calculadoras son electrónicas y son fabricadas por numerosas empresas en tamaños y formas variados. Se pueden encontrar desde modelos muy baratos del tamaño de una tarjeta de crédito hasta otros más costosos con una impresora incorporada.



A modo de introducción, en el siguiente podcast vamos a hablaros del origen de la calculadora y de cómo esta llego a ser la invención que conocemos hoy en día: 




Tipos de calculadoras:

-Calculadora científica: La más utilizada en el proceso de enseñanza, sobre todo en institutos y universidades. Permite hacer una infinidad de operaciones, desde operaciones sencillas de sumas y restas hasta cálculos de ecuaciones, radianes, números factoriales etc.
-Calculadoras sumadoras: Destinadas principalmente al mundo empresarial y del comercio. Son empleadas para realizar cálculos de contabilidad. Además, suelen traer incorporado un pequeño carrete para imprimir tickets con los resultados obtenidos.

-Calculadoras programables: Como su propio nombre indica, permiten realizar secuencias de operaciones programadas mediante un ordenador. 

-Calculadoras gráficas: Al igual que la anterior, estas calculadoras no esconden gran misterio. Su principal función es la de resolver operaciones o sistemas de ecuaciones y representar los resultados en forma de gráficas. 



¿Ventajas?

Por desgracia, la calculadora es una de esas herramientas estereotipadas y, en muchas ocasiones, mal vista dentro de las escuelas. Aunque en institutos y en la mayoría de carreras universitarias sea fundamental, gran parte de los alumnos de educación primaria terminan sus estudios sin saber utilizarla. Se suele achacar su utilización a la vagancia, ya que se piensa que su única función es ahorrarnos el trabajo de no realizar operaciones. Y sí, es verdad, ese es su uso, pero nosotros lo entendemos como una herramienta que nos permite ahorra un tiempo que podremos emplear en otros ejercicios. Obviamente la calculadora no va a ser adecuada si se pretende desarrollar el cálculo mental, pero sí lo va a ser en aquellas actividades que busquen su propia resolución por encima del propio cálculo. 


Actividades
En cuanto a las actividades a realizar, ocurre justo lo contrario que con el ábaco. En este caso, lo más importante será conocer las propias capacidades de la calculadora, sus funcionamientos y las posibilidades que nos ofrece. Por ello, creemos que las actividades deberán ir enfocadas al conocimiento concreto que queramos impartir. Se priorizará la calidad por encima de la cantidad. No obstante, y al igual que pasaba con el ábaco, el empleo de calculadoras servirá como motivación extra para los alumnos. Por ello, será tarea del docente aprovechar dicha motivación e intentar dinamizar este proceso lo máximo posible, creando actividades entretenidas y amenas al igual que productivas. Algunas posibles opciones son:
  • Realizar listas de la compra con cosas que les gusten a los alumnos/un viaje, calculando el precio total.
  • Yincana por el aula con pequeñas pistas, problemas y ejercicios (individual o por equipos).
  • Palabras escondidas:  Operaciones cuyo resultado esconden mensajes secretos.
  • Teclas rotas: Obtención de ciertos resultados utilizando únicamente las teclas disponibles (21 únicamente con el 5 y el 2 --> (5x5)-(2x2))

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